Déco

Déco

sábado, 19 de abril de 2014

Una historia sin final









Escuchando las notas de un viejo piano los dedos danzan tras las corcheas saltarinas que van llenando el espíritu de luz permitiendo que la dulzura de la música acaricie los sueños vacíos desde que el tiempo se ha vuelto mármol y los brazos yermos sin vida no tienen fuerza mas que para golpear este viejo piano con el afán de que  traiga hasta mi regazo un tiempo que ya no existe más que muy dentro del recuerdo, transformando la realidad en un cómodo lecho suave como el terciopelo, acogedor como los brazos de un ama de cría, protector como un padre primerizo, con la esperanza de  volver a sentir el calor de unos besos olvidados, añorados repletos de palabras sinceras, caricias para los sentidos, inundando mi alma de ternura como nubes de algodón. 

Aquellas mariposas azules que cogías en las tardes cálidas de verano como pétalos de la mañana en un ir y venir entre las espigas secas que esperan ser recolectadas y regalar su fruto como premio al duro esfuerzo de un invierno crudo,  jugando a ser mas felices que el niño que sueltan en sus primeros pasos cuando la luz cegaba nuestros sueños, y nada existía mas que el vuelo del halcón observando con el mudo silencio de un gran cazador vigilante en su vuelo. Las risas inundaban el valle recorriendo kilómetros en la distancia mientras el eco avisaba a los pueblos del lugar que una rosa estaba naciendo para ser cuidada como la única flor del invernadero.

¿Qué rompió el hechizo? ¿Quién apagó la luz de un sueño? ¿Acaso la magia se desvaneció por tristeza? Aún la escucho llorar en las noches de luna, cuando la claridad llega hasta el corazón clavándose como una espina profunda dejando que se desangre en cada lágrima, vencida únicamente por un sueño acompañado de suspiros y angustia mecido por los recuerdos, recónditos recuerdos que afloran en un subconsciente torturado por millones de preguntas sin respuestas que jamás encontrarán paz ... hasta que el alba comienza a repiquetear anunciando la belleza de un nuevo día cargado de oportunidades que abrazar, olvidos que son aparcados hasta una nueva luna, donde la nave espera su viaje a tierras conocidas, soñadas y deseadas, a tierras que un día fueron una realidad, una promesa en boca de palabras fáciles, difícil de cumplir para alguien que vive por encima de sus posibilidades.

Los cuentos son para los niños, para los seres especiales son las grandes historias sin final.



PD
La magia solo existe cuando existe la ilusión. Es tan hermoso creer.