Déco

Déco

sábado, 1 de marzo de 2014

La Trampa






Es tarde, pero ¿Tarde para qué? Tarde ... temprano ... demasiado tiempo ... no queda ya ... es nuestro hoy. Detengámonos y pensemos ... ¿Hacia donde vamos? Nacemos y en un corto periodo de tiempo nos someten a un riguroso horario al que permaneceremos atados hasta nuestros últimos años. ¿Merece la pena? ¿Algunas veces lo hemos pensado? Y todo por cosificar nuestra vida, a cambio de perder la libertad ... ¿Merece la pena?Repito.

Pues claro que no. Vivimos la mitad de nuestro tiempo, la otra mitad esclavizamos nuestra existencia sometiéndola al consumismo. El afán al dinero, medio para conseguir "cosas  y comodidades" limita la visión global, no es importante el como, sino el qué, y así nos volvemos unos "drogodependientes" del sistema. 

Y así permitimos que los mejores años, los años en los que somos útiles, saludables y fértiles, pasen delante mismo de nuestras narices sin mover un dedo por nuestra libertad. 

Con el paso del tiempo caemos en el error incurrido, y vemos con claridad que los valores a los que nos hemos aferrado a lo largo del tiempo son equivocados y no solo hemos desempeñado un trabajo a cambio de un sueldo mediocre, sino que además hemos adjuntado los mejores años de nuestra vida, y ahora ya no nos quedan ganas de llevar a cabo la mayoría de los proyectos ansiados, aquellos  que rompían las ataduras que la limitación impone.

Hemos cosificado nuestro tiempo y no hay marcha atrás.  Creamos un círculo, más bien  una "trampa", sí, una trampa que nos atrapa y somete nuestra libertad, grabando en nuestra genética semejante actitud para que nuestros descendientes actúen de manera idéntica y así continuar sirviendo a los poderosos a cambio de una vida mal remunerada y sin expectativas.

Sin acceso a la cultura, sin tiempo para pensar ni fuerzas para luchar. ¿Qué es lo que queda?

¡¡Dignidad!!

Sin dignidad no existe espíritu de supervivencia. Puede que las circunstancias hayan cambiado y no estemos en el punto que conocíamos, pero si algo hemos aprendido es que somos capaces de conseguir lo que nos propongamos solo con desearlo y poner las herramientas necesarias. Fuerza y coraje.


Esta exposición ha sido una lectura conclusa que tal vez nos venga bien analizar detenidamente, para poder vislumbrar que a veces  lo que ansiamos es lo que verdaderamente nos corta las alas de nuestra mente, limitando la visión de futuro y sumiéndonos en un sistema decrépito y extorsionador como el actual ... pensemos por nosotros mismos, eduquemos a nuestros hijos en la libertad y el derecho a escoger su camino.


PD
El fin no es hipotecar tu tiempo, si no todo lo contrario, utiliza los medios para disfrutar de tu vida y  disfruta cada instante porque  el mañana es inalcanzable.