Déco

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lunes, 24 de diciembre de 2012

Cartas desde mi prisión ..... 4





En una ciudad de algún lugar, había una muchacha que pensaba que todas sus puertas se habían cerrado, pues el primer día del próximo año debería dejar su vida de fantasía e ilusión para dar paso a su adolescencia. Ella no lo deseaba, se negaba a que sucediera, pero sus padres así lo habían decidido.

Acostada en su cama abrazada a la almohada, dejó volar su imaginación y decidió pedirle un último deseo a su hada buena, pues sabía que se lo concedería, se puso de rodillas  encima de su cama y con los ojos muy muy cerrados, imaginó y visualizó su maravilloso deseo, y muy muy calladita se volvió a introducir entre las suaves sábanas y se quedó dormida dejándose llevar por la magia de cada noche.

¿Cual era ese deseo? ¿que podría pedir alguien que va a perder la magia de su infancia, la ilusión de soñar cada noche como venía haciéndolo desde que era niña?

Yo no se cual fue su deseo, pero el mío hubiera sido .... una nueva oportunidad para volver a volar hasta el lugar donde nacen los sueños, .... y así ha sido.

Solo siendo uno mismo nacen las oportunidades.

Mañana será un nuevo día y una nueva ocasión de ser y hacer felices, no me lo perdería por nada del mundo, podrías pasar tan cerca de mí y no verte ....., procuraré mantener los ojos bien abiertos ;))

Ha vuelto el olor a lavanda y romero a mi vida.

Tengo claro solo una cosa y es que sea lo que sea y dure lo que dure una oportunidad es una oportunidad pero siempre es importante hacer las cosas bien, y terminar lo que se empieza, sea lo que sea como seres racionales, jamás entenderé a las personas que muerden la mano que se les tiende.

Hola presente  .... y adiós pasado.


PD
Por muy dura que se vuelva la vida, nunca dejemos de ser nosotros mismos, pues solo así veremos la transparencia del ser, y sí, desgraciadamente para muchas vivencias la vida ya se ha terminado.