Déco

Déco

lunes, 17 de diciembre de 2012

Un rayo de luz .....





Nunca romperé una promesa hecha, nunca .... aunque el mundo deje de ser mundo y yo me transforme en una libélula, siempre, siempre estaré a tu lado, pues no sería día si dejara de brillar el sol, ni aurora si no cantara la alondra ...

Tal vez el viento no pueda acercarse a las flores, pero no por ello, dejará de admirar su color.

Un día surgió el milagro,en un minuto se cruzaron nuestros caminos y la magia nos inundó, quizás fue demasiado para nuestras incrédulas mentes, y se vieron de pronto arrolladas por la situación, pero al igual que las eras pasadas, siempre algo queda perpetuado para el resto de los tiempos venideros, algo que ha anidado en el arbol del amor, donde las caricias nacen y las mas hermosas visiones se producen, algo que jamás será olvidado y que nos acompañará en el misterioso camino de nuestra vida.

Nadie podrá hacerte volar a las mas altas cumbres donde el aire se sostiene por si solo y el mundo se encuentra a tus pies, nadie podrá hacerte ver la profundidad en una mirada a miles de kmts, nadie podrá rozarte con las suaves alas del amor, como yo lo he hecho.

La vida nos pone a veces obstáculos para ver como hacemos para sortearlos, y comprobar la inteligencia del ser, no hemos conseguido salvar nuestro sueño, nada mas triste, pero en mi siempre vivirá, no pasará una noche sin que me despida de ti con un suave beso y mi mejor sonrisa, memorizando nuestros mejores momentos y procurando que esta ilusión no se desvanezca en el aire, como si nunca hubiera existido, vivirá y se mantendrá, pues nunca se sabe si algún día podría surgir de nuevo la magia que nos hiciera encontrarnos a nosotros mismos, después de haber aprendido que los volcanes no siempre destruyen, también preparan el terreno para crear vida y hasta un Nuevo Mundo.

No sé si me lees, pero necesitaba escribir, lo que siento en este mismo momento, pues ya sabes que lo que por la boca sale del corazón procede.



PD
Siempre un rayo de luz, puede ayudarnos a encontrar el rastro del camino que habíamos perdido.